domingo, 25 de enero de 2015

¿POR QUÉ DEBEMOS GUARDAR LOS MANDAMIENTOS DE DIOS?

¿POR QUÉ DEBEMOS GUARDAR 
LOS MANDAMIENTOS DE DIOS?




1. Porque por medio de nuestra obediencia mostramos a Dios que le amamos 
(Juan 14:15)

2. Porque Dios demanda obediencia para poder entrar al cielo algún día 
(Mateo 7:21; Hebreos 5:9)

3. Porque él no obedecer los mandamientos de Dios traerá serias consecuencias
 (Mateo 7:21-23; Apocalipsis 21:8, 27; Romanos 6:23)

4. Porque Dios nos manda a que seamos buenos ejemplos a los que nos rodean 
(Mateo 5:16; I Timoteo 4:12)

5. Porque Jesús nos dio un ejemplo a seguir 
(I Pedro 2:21-22; I Corintios 11:1)

6. Porque en la Biblia tenemos muchos ejemplos de aquellos que obedecieron a Dios
(Hebreos 11)

7. Porque para agradar a Dios necesitamos ser obedientes 
(Hebreos 11:6)

8. Porque los mandamientos de Dios no son difíciles 
(I Juan 5:4)

9. Porque los mandamientos de Dios traen felicidad al que los guarda 
(Lucas 11:28)

10. Porque los mandamientos de Dios traen vida 
(Juan 6:63).


¿Estás guardando los mandamientos de Dios?

domingo, 18 de enero de 2015

¿DE QUÉ MANERAS PUEDE SERVIR EL JOVEN A DIOS?

¿DE QUÉ MANERAS PUEDE SERVIR EL JOVEN A DIOS?






1. Asistiendo a todos los servicios de adoración (Hebreos 10:26; Mateo 6:33)

2. Impartiendo clases a niños, jóvenes y adultos (II Timoteo 2:2)

3. Invitando amigos y parientes a los servicios de adoración (Hechos 10:24)

4. Compartiendo el evangelio de Cristo con aquellos que todavía no le conocen
(Marcos 16:15)

5. Ayudando en la limpieza del Templo

6. Preparando material para clases

7. Ayudando a una maestra que imparte clases a niños de diferentes edades

8. Orando por los que trabajan en la obra del Señor (Efesios 6:18)

9. Apoyando las actividades de la Iglesia

10. Asistiendo a los necesitados: enfermos, huérfanos, viudas, etc.

11. Siendo un buen ejemplo a los demás (I Timoteo 4:12)

12. Animando a otros a envolverse en la obra del Señor

13. Reconociendo el trabajo que otros hacen por el Señor

14. Participando en los servicios de adoración: cantando, orando, lecturas bíblicas, un
servicios de adoracion, Santa Cena, etc.

15. Ofreciendo devocionales en los hogares

16. Ayudando a nuestros visitantes con una Biblia durante la adoración

17. Escribiendo una carta o tarjeta a todos aquellos que nos visitan, o que están enfermos

18. Hablando por teléfono a los que faltaron al servicio o que están enfermos


Muchas son las maneras de cómo podemos servir en la obra del Señor. 
¡Pongamos estas en práctica!

lunes, 12 de enero de 2015

JÓVENES QUE SE VISTEN DE VALOR

JÓVENES QUE SE VISTEN DE VALOR



El ser un joven no es cosa fácil. Las tentaciones y la presión del mundo abundan todos
los días. El reto de permanecer fiel a Dios es uno que no todos pueden enfrentar, sino
más bien, sólo aquellos que son valientes. Por esta razón te animo a que siempre confíes
en el Señor y en el poder que tiene para asistirte a terminar la carrera que tienes por
delante (Juan 16:33; Hebreos 13:5; I Corintios 15:57).

El Antiguo Testamento está lleno de grandes ejemplos de jóvenes que enfrentaron
tentaciones y tiempos difíciles. Todos estos jóvenes permanecieron fieles a Dios aun en
medio de la tempestad. Jóvenes como Daniel, Sadrac, Mesac y Abed nego son jóvenes
que deben ser imitados hoy en día (Daniel 1, 3, 6). 

Lamentablemente muchos jóvenes ni si quiera conocen la vida de estos jóvenes. En el nombre del Señor te animo a que consideres vestirte de valor para que puedas estar en el cielo algún día.

Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para la vida y la piedad (II Pedro 1:3). El nos
ha dado las armas necesarias para vestirnos de valor. Nos ha dado las Sagradas Escrituras, las cuales son nuestra espada para vencer al enemigo (Efesios 6:17). Nos ha dado el medio de la oración para vencer las tentaciones (Mateo 26:41). Nos ha dado una fe que vence al mundo (I Juan 5:4). Por consiguiente, todo joven cuenta con las cosas necesarias para poder vestirse de valor, y de esta manera poder vencer cualquier cosa que trate de destruir nuestra fe, y de impedir que estemos en el cielo algún día.

Que el valor siempre esté presente en tu vida. Nunca dudes que Dios puede ayudarte a
vencer al enemigo. Recuerda que mayor es el que está en nosotros que el que está en el
mundo (I Juan 4:4).

viernes, 2 de enero de 2015

CONSEJOS PRÁCTICOS PARA UN AÑO EXITOSO

CONSEJOS PRÁCTICOS PARA UN AÑO EXITOSO




Dios en Su infinita misericordia nos ha dado la bendición de poder llegar con vida a este nuevo año 
2015.


Por esta bendición le damos las infinitas gracias. Por lo tanto, dado a que tenemos la oportunidad de ver la luz de un nuevo año, les animo en el nombre del Señor a que consideres los siguientes principios que nos ayudarán a poder experimentar un año exitoso.

Para tener un año 2015 exitoso, tu y yo debemos…

1. Determinar en nuestro corazón el permanecer cerca de Dios 
(Stg. 4:8; Mt. 6:33; Col. 3:1-4)

2. Determinar en nuestro corazón el crecer en el conocimiento de las Escrituras
(II P.3:18; II Ti. 2:15; Sal. 119:97; Josué 1:5-9)

3. Determinar en nuestro corazón el ser personas de oración 
(I Ts. 5:17; Col. 4:2; Ro.12:12; Ef. 6:18; Mr. 1:38)

4. Determinar en nuestro corazón el no contaminarnos con las cosas de este mundo
(Stg. 1:27; I Jn. 2:15-17; Gen. 39:1-9; Dan. 1:8)

5. Determinar en nuestro corazón el permanecer fieles a la meta que tenemos por delante
(Fil. 3:13-14)

6. Determinar en nuestro corazón el nunca darnos por vencido 
(Job 1:21-22; 2:10; Fil. 4:13)

7. Determinar en nuestro corazón el nunca dejar de congregarnos 
(He. 10:25; Mt. 6:33)

8. Determinar en nuestro corazón el ser personas sabias e inteligentes 
(Dt. 4:6)

9. Determinar en nuestro corazón el ser un buen ejemplo 
(I Ti. 4:12; Mt. 5:16)

10. Determinar en nuestro corazón el ganar almas para Cristo 
(Mr. 16:15-16; Mt. 28:18-20; Mt. 4:19, Mr. 1:17; Lc. 5:10)


Si ponemos en práctica estos y muchos otros consejos más que encontramos en la Biblia
podremos tener un año lleno de bendiciones y ayuda por parte de nuestro Padre Celestial.
Por lo tanto, le animo a que seamos hacedores de estos principios 
(Santiago 1:22).